Una fiesta con historia y corazón granadino
Cada 3 de mayo, Granada se engalana para celebrar el Día de la Cruz, una de las fiestas más queridas y representativas de nuestra ciudad. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando comenzó la costumbre de levantar cruces adornadas con flores, cerámicas y elementos típicos andaluces en patios, plazas y calles. Con el paso del tiempo, esta tradición ha crecido hasta convertirse en una cita imprescindible que une a generaciones en torno a la música, la gastronomía, el arte y la devoción popular. Para los granadinos, es un día de orgullo, de raíces, y de compartir la alegría de vivir nuestra cultura.
Nuestra Cruz: creatividad, tradición y mucho corazón
En la Residencia Entrealamos no podíamos faltar a esta cita. Este año, nuestros residentes, junto con el equipo de Terapia Ocupacional, han creado una espectacular cruz artesanal elaborada con cientos de flores tipo rosa hechas a mano con fieltro rojo y verde. Cada flor ha sido recortada, moldeada y ensamblada con esmero, siguiendo técnicas que estimulan la creatividad, la memoria, la atención y la motricidad fina de nuestros mayores.
Además de ser una actividad terapéutica, esta experiencia ha sido un verdadero ejemplo de compañerismo, ilusión y trabajo en equipo. En la base de la cruz, colocamos elementos típicos como platos de cerámica, vasijas y macetas con geranios, tan característicos de nuestra tierra.
Desde el departamento de Terapia Ocupacional queremos agradecer de corazón a nuestros residentes por su entusiasmo, así como al personal implicado por hacer posible una cruz tan especial, símbolo de nuestras tradiciones y del cariño que se vive en nuestro centro.
Sabores de nuestra tierra: una comida de fiesta
Como no hay fiesta sin buena mesa, nuestro magnífico equipo de cocina preparó un menú típico andaluz que encantó a todos. Comenzamos con un delicioso salmorejo con huevo duro y jamón, seguido de una sabrosa paella que nos hizo viajar con el paladar, y terminamos con una refrescante tarta helada. De aperitivo, no faltaron las tradicionales salaíllas con habas, tan propias de esta fecha.
Durante la comida, el «Dúo Granada» puso la nota musical, amenizando el almuerzo con canciones alegres y muy nuestras, que animaron el ambiente e invitaron a cantar y aplaudir.
Música y baile: alegría que no se detiene
La jornada comenzó a las once de la mañana en la zona de piscina, donde nuestras compañeras instalaron una segunda cruz. Allí, el Dúo Granada dio comienzo a su actuación, y pronto los residentes comenzaron a bailar, disfrutar y compartir momentos inolvidables.
La fiesta se trasladó más tarde al comedor Sierra Elvira, donde la música continuó durante la comida. Una vez terminado el almuerzo, siguieron los bailes, las fotos, las risas y la alegría de pasar un Día de la Cruz como se merece: rodeados de buena gente, buena música y muchas ganas de celebrar.
Desde la Residencia Entrealamos queremos agradecer, un año más, al Dúo Granada por su cercanía, alegría y profesionalidad, al equipo de Terapia Ocupacional por su trabajo constante y su dedicación en la creación de esta maravillosa cruz, y al personal de cocina por regalarnos una comida deliciosa que ha sido el broche perfecto para un día inolvidable.
Gracias a todos por hacer del Día de la Cruz una fiesta llena de vida, tradición y, sobre todo, mucho amor.