El pasado jueves 15 de mayo vivimos una jornada muy especial: un grupo de nuestros residentes visitó el Granada College en el marco del programa intergeneracional que compartimos con este centro educativo. Fue un día lleno de emociones, sonrisas y momentos entrañables.
Bienvenida con sonrisas
Al llegar, los mayores fueron recibidos por alumnos de primaria, quienes los guiaron con ilusión hasta las aulas de infantil. Allí, las maestras Mariajo, Luci e Inma, junto a sus pequeños alumnos y alumnas, los esperaban con los brazos abiertos. Habían preparado varios talleres para compartir: mandalas, sudokus, bingo… y hasta una preciosa representación del cuento ¿A qué sabe la luna?. Fue muy especial ver cómo los niños se acercaban al mundo de la lectura, acompañados por la mirada atenta y emocionada de nuestros mayores.
“Ver a los niños acercándose al mundo de la lectura de la mano de nuestros mayores fue uno de los momentos más bonitos del día.”
Un desayuno entre generaciones
Más tarde, en los jardines del colegio, los residentes disfrutaron de un desayuno al aire libre acompañados por los alumnos del bachillerato internacional, quienes recientemente habían realizado una visita a nuestro centro. Entre zumos, café y bizcocho, surgieron charlas espontáneas. No faltó la atención y el cariño de estos jóvenes, que cuidaron cada detalle para que nuestros mayores se sintieran como en casa.
Juegos, risas y muchas ganas de compartir
El porche del colegio se llenó de risas y concentración con los juegos populares: parchís, pasapalabra, ajedrez, música… Una mezcla perfecta de tradición y diversión que unió a pequeños, jóvenes y mayores en torno a lo más importante: el compartir.
Para cerrar la visita, los residentes se reunieron con alumnos de 3º de la ESO en un encuentro muy especial. Allí, los jóvenes les realizaron preguntas sobre la vida, y se produjo un intercambio tan natural como enriquecedor. Se habló de inquietudes, de sueños, de cómo era antes y cómo es ahora.
“Porque cuando distintas generaciones se escuchan, siempre pasa algo bueno.”
Cuando hablamos de relaciones intergeneracionales, solemos pensar en el simple hecho de reunir a personas de distintas edades. Pero su verdadero valor va mucho más allá. No se trata solo de la diferencia generacional, sino del intercambio de experiencias, miradas y aprendizajes. Porque al encontrarnos con quienes han vivido otras etapas de la vida, ampliamos nuestra forma de ver el mundo y enriquecemos nuestro presente.
“Escuchar a quien ha vivido más y compartir con quien empieza a vivir: ese es el verdadero encuentro.”
Agradecemos de corazón al equipo del Granada College, a sus responsables Linda Hollinger, Catherine Ross y Borja Fernández, así como a todo el alumnado y profesorado, por abrirnos sus puertas y regalarnos una jornada inolvidable.
Las relaciones intergeneracionales nos recuerdan algo fundamental: todos tenemos algo valioso que ofrecer, sin importar la edad. Y cuando diferentes generaciones se encuentran desde el respeto y el cariño, la vida se enriquece para todos.